8 + huevo > 11 (o desayunando con huevos)

Esta mañana se escribió una nueva página en el libro de las victorias doradas de las Gordas Lechonas. Todo comenzó cuando LB decidió que el equipo arrancaría a jugar con ¡8! jugadores. Esto se debió a que Lilo, como verdadera gorda cerda que es, quería darse un baño en el lodo antes de jugar. Pero nadie creía que lo que parecía ser un poco de rally terminaría siendo un castigo para este equipo, que tuvo que jugar la primera media hora del encuentro con 3 jugadores menos que su rival.
Desde el vamos las Gordas se pararon a la defensiva, ubicándose cerca de su arco, resistiendo los embistes rivales, y tratando de hacer circular la pelota cuando podía. Casi no hubo ataques lechones en esa primera media hora. El lírico Mati Rhode se comió la cancha en el primer tiempo. El resto puso mucho huevo y orden, lo que le permitió al equipo aguantar el 0-0 hasta que llegaran algunos refuerzos. Sin embargo, no todo fue buen desempeño lechón: hubo dos jugadas que podrían haber cambiado el desarrollo del encuentro. La primera fue tras un rebote del Cula, que increíblemente terminó saliendo al lado del palo, cuando el delantero de Martha tenía el arco a su entera disposición. La segunda fue un remate desde afuera del área, que, tras desviarse en el lírico, se estrelló en el travesaño.
A partir de allí, y con la llegada de Bidi Carl y Pfista, el equipo se empezó a animar. Terminaba el primer tiempo.
El segundo comenzó con Martha tratando mejor la pelota, pero con poca profundidad, gracias a la gran tarea de todo el equipo, que estuvo muy concentrado y bien parado durante todo el partido. Martha se perdía en intentos fallidos, a pesar de que tuvo dos remates de peligro, ambos muy bien despejados por el Cula Cula.
De repente, una pelota en el medio luchada y ganada por Didl le permitió a las Gordas generar la chance más clara del partido, ya que Martha se encontraba muy mal parado en esa jugada. Pase de Didl para Roca, que, tras sacarse a un rival de encima, definió muy bien al primer palo y convirtió el 1-0. Festejado y mucho, sobre todo por cómo se había luchado y aguantado el primer tiempo.
Después de eso, el equipo mantuvo su buen nivel y se animó a atacar algunas veces más. Martha casi no hizo más daño, ya su momento había pasado.
Llegó el pitazo final para liberar el delirio lechón, que festejó un triunfo épico, casi impensado, de esos que quedarán en el recuerdo. Figuras varias: Gato en el fondo, Didl y Tom en el medio. En general muy buen nivel de todos los players.
Por último se menciona que este fue el último partido del Cula en el arco de las Gordas, por lo menos por mucho tiempo. Te deseamos lo mejor y podés volver cuando quieras, el arco va a estar esperando...Salud!
¡Vamos gordas carajo! ¡Tremendo partido muchachos, a seguir así!